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12 Leyes de UX/UI que Todo Diseñador Debería Tener Pegadas al Monitor

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Leyes UX/UI que transforman diseños

Hay un punto en tu carrera como diseñador UX/UI donde te das cuenta de que no basta con saber Figma o dominar componentes. El verdadero diferencial está en entender cómo funciona la mente humana. Porque al final del día, diseñamos para personas, no para portfolios.

Estas 12 leyes se convirtieron en mi caja de herramientas mental. No están ahí para complicarte la vida, sino para simplificar decisiones y justificar tus elecciones frente a clientes o desarrolladores. Acá te las dejo explicadas, con ejemplos que te van a sonar conocidos.

1. Ley de Pragnanz (o Ley de la Buena Forma)

El cerebro humano prefiere formas simples, completas y simétricas. Cuando ve algo confuso, automáticamente intenta organizarlo.

Ejemplo real:
Si tu landing tiene diez banners, dos menús, tres llamadas a la acción y un gif animado... el usuario se va. Menos ruido visual = más retención.

2. Ley de Hick

Cuantas más opciones tiene una persona, más tiempo tarda en decidir.

Usala así:
No le des cinco estilos de botón al usuario para elegir. No necesita diez filtros. Dale lo justo. Un onboarding con mil opciones abruma y genera abandono.

3. Ley de Tesler (Conservación de la Complejidad)

Toda aplicación tiene cierta complejidad, y alguien tiene que asumirla: el usuario o el diseñador.

Mi consejo:
Sacrificate vos. Si tenés que crear lógica compleja para que el usuario tenga una experiencia fluida, hacelo. El usuario no tiene que entender cómo funciona el sistema, solo usarlo sin pensar.

4. Ley de Proximidad

Los elementos que están cerca unos de otros se perciben como relacionados.

Úsala en:
Formularios, listas, menús, dashboards. No pongas la etiqueta de un input lejos del campo. No separes botones que están relacionados. Si están juntos, el cerebro los agrupa.

5. Efecto de Posición Serial

Recordamos mejor el primer y último ítem de una lista. El del medio suele ser ignorado.

¿Dónde se nota?:
En navbars horizontales, en carouseles de productos, en emails. Poné lo más importante al principio o al final.

6. Ley de Fitts

Cuanto más grande y más cerca está un objetivo, más fácil es hacer clic.

Tip práctico:
No hagas botones importantes diminutos. El CTA principal tiene que ser grande, obvio, fácil de alcanzar (especialmente en mobile).

7. Ley de Parkinson

Las tareas se expanden hasta ocupar el tiempo disponible para completarlas.

Traducido a UX:
Si tu proceso de carga de datos permite mil pasos, el usuario va a tardar una eternidad. Limitá los pasos. Automatizá. Sugerí. Mostrá progreso. El usuario avanza más rápido con estructura.

8. Efecto Von Restorff (o Aislamiento)

Un elemento diferente del resto se recuerda más.

Aplicalo así:
Ese botón de "Comprar ahora" debería destacar entre los demás. Colores, tamaños, íconos... todo vale para romper la monotonía de una interfaz.

9. Principio de Pareto (80/20)

El 80% de los efectos vienen del 20% de las causas.

En diseño:
El 20% de las funcionalidades son las más usadas. Optimiza esas primero. No dediques semanas a perfeccionar un modal que ve el 1% de los usuarios.

10. Efecto Zeigarnik

Las personas recuerdan mejor las tareas incompletas o interrumpidas.

Usalo a tu favor:
Las barras de progreso funcionan por esto. Un onboarding interrumpido genera ansiedad. Un carrito abandonado “incompleto” es más fácil de recuperar que uno que nunca se empezó.

11. Ley de Miller

La mente humana puede retener entre 5 y 9 elementos en la memoria a corto plazo.

¿Y esto qué implica?:
No hagas menús con 12 opciones. No pongas 20 inputs seguidos sin agrupar. Segmentá, paginá, resumí. El usuario no es un robot.

12. Ley de Jakob (Jakob Nielsen)

Los usuarios pasan la mayor parte de su tiempo en otros sitios. Esperan que el tuyo funcione igual que esos.

Implica que:
Si estás diseñando un e-commerce, hacelo como los que ya conoce. No inventes tu propio patrón de carrito o tu propio sistema de navegación. Si lo tiene que aprender de nuevo, estás perdiendo.


¿Cómo usar estas leyes sin volverse loco?

No se trata de aplicar todas al pie de la letra en cada proyecto. Es como una caja de herramientas: usás la que necesitás según el problema. Pero cuanto más las tenés presentes, más intuitivas se vuelven tus decisiones de diseño.

Un ejemplo práctico:
En un proyecto de onboarding largo, apliqué Fitts (botones grandes), Zeigarnik (mostrar progreso), Hick (menos opciones), y Pragnanz (diseño simple y limpio). Resultado: +30% de finalización.


Mi reflexión personal

Diseñar sin entender estas leyes es como querer construir una casa sin conocer las reglas de la física. Podés hacerlo, pero probablemente se caiga.

Estas leyes no son teoría para memorizar, son herramientas para crear mejores productos. Entender la mente del usuario es lo que nos separa de los que solo hacen pantallas lindas.

Tenelas a mano, volvé a ellas cada tanto, y lo más importante: cuestioná si lo que estás diseñando realmente le facilita la vida al usuario.



¿Ya usaste alguna de estas leyes en tus proyectos? ¿Te costó justificar alguna decisión frente a un cliente o dev? Contame tu experiencia, o si querés charlar más de esto, podés encontrarme en LinkedIn.

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